martes, 15 de mayo de 2018

No hablamos el mismo idioma

El ser humano es algo maravilloso. Su capacidad de aprender, adaptarse, ir siempre más allá le han permitido sobrevivir y dominar su territorio. Y acá estoy yo, unos pasos hacia atrás en la evolución respecto a otros. Y allá están ellos, muchos pasos avanzados en este camino cibernético. Sin embargo, a pesar de esta distancia convivimos en el mismo espacio.  ¿Quiénes son? Los nativos digitales, pero además son mis hijos. Ellos forman parte de la generación que nació entre pantallas, teléfonos móviles e Internet.
El mayor tiene doce años y sin lugar a dudas ama el mundo digital. Celular, juegos de pc y consola, el smart TV es fundamental en su vida, desayuna mirando YouTube, investiga todo on-line. Avanza con total naturalidad en este universo pero no opone resistencia a aprender a la vieja usanza. Gran lector, gusta del lápiz y el papel, podría decirse. Sin lugar a dudas, que incorporar a su educación formal recursos digitales lo sacaría del aburrimiento en el que suele caer. Pero él todavía se adapta.
Con la menor el panorama cambia. Uno lee mucho, se informa pero nada es igual al golpe que te da la dura realidad por la espalda. Tiene seis años. Hace unos días tomé consciencia de que soy yo quien tiene que adaptarse a su lógica de pensamiento. Porque definitivamente no hablamos el mismo idioma. Al tratar de enseñarle los números del 1 al 10, algo tan simple como dibujar y asociar, jugar mientras contamos diferentes objetos, noté que algo no funcionaba. Cualquiera que la conozca sabe qué capacidad no le falta, sin embargo no hubo forma de que asociara un número a una cantidad. Decidir sentarla frente a la computadora y buscar plataformas educativas que me ayudaran. No fue mágico pero si ayudó a mejorar su desempeño. Definitivamente se sentía más cómoda con esos recursos.  
Esta situación me hizo surgir la pregunta respecto a las TIC: ¿cómo enseñar en un mundo en el que se ha roto la lógica impuesta por la escuela moderna durante más de un siglo? ¿Cómo lo lleva adelante esa escuela?
Según el portal Eduteka, generar ambientes de aprendizaje enriquecidos con el uso intencionado, efectivo y enfocado de las TIC requiere una intervención institucional en dos niveles.
El primero debe buscar alcanzar transformaciones significativas tanto en la enseñanza de las TIC como en la integración de éstas en los procesos educativos. Para esto deben cumplirse las condiciones planteadas en los cinco ejes del siguiente esquema:

Fuente: eduteka.icesi.edu.co


El segundo nivel es de orden didáctico y refiere a la intervención de los docentes en las actividades del aula. Este portal sugiere para abordar esto el modelo desarrollado por el Dr. Puentedura, conocido como SAMR. Está compuesto por cuatro niveles progresivos de impacto de las TIC en un ambiente de aprendizaje:

Fuente: eduteka.icesi.edu.co

Sin lugar a dudas que hay mucha información al respecto y mucho camino por recorrer. Pero a mi parecer ya es algo comenzar a preguntarnos sobre este gran cambio en la educación, desde el rol de docentes, de alumnos y también de padres.

domingo, 6 de mayo de 2018

Como niña frente a la vidriera de una juguetería


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Tal cual,  así me siento ante las infinitas posibilidades que este mundo cibernético me ofrece. Asomarme de a poco no reduce el impacto. Hay puertas hacia todos lados. Es que no hay que olvidar que además de todos los caminos conducir a Roma también salían desde allí. Para cada necesidad nos ofrece una respuesta, no necesariamente acertada o útil pero respuesta al fin, y esto ocurre seamos o no conscientes de la existencia de tales necesidades. 
Echemos un vistazo por ejemplo a las infinitas aplicaciones que circulan en la red. Imposible sería realizar un listado de todas. Además no tendría sentido alguno. Lo relevante es que están y su función es permitirnos hacer cosas que jamás hubiéramos imaginado. Para algunos sonaré exagerada, pero sé que no debo ser la única. Y es que no quiero renegar de mi capacidad de asombro. 
Volvamos a la vidriera… Me animo y decido entrar, entonces me encuentro con estanterías llenas de juguetes de todos los colores y tamaños. Hay desde simples peluches amigables o encastrables de madera, hasta algunos que llenos de luces me hablan en varios idiomas. Y lo más importante: todos están a mi alcance. ¡Inclusive muchos son gratis! Mis ojos brillan y mi cuerpo entero sonríe. Sin duda que puede ocurrir llevarme algo que creo espectacular y finalmente resultar una decepción, mas también puedo encontrar ese compañero fiel que quiera llevar a todos lados. Ilusión y sorpresa ¿No es esa acaso la magia de los juguetes?
Viajar y conocer lugares es algo que me resulta fascinante, quizás por eso cuando descubrí una aplicación que me permitía crear hojas de ruta interactivas y acceder a las de otros me entusiasmé tanto con este asunto de las aplicaciones. No solo podía ver los mapas si no también acceder a sus experiencias en cada lugar. Para que me sigan les doy un ejemplo: Machu Picchu. Estoy comenzando a planear un viaje. Más allá de los tours que me ofrecen las agencias quiero saber si puedo generar mi propio recorrido. Encuentro esta app que me muestra no una, sino cientos de rutas hechas por usuarios que han tenido la amabilidad de subirlas. Y como si esto fuera poco también han agregado comentarios y referencias respecto de su experiencia, así como consejos sobre variados temas. Hospedaje, lugares para comer, precios, estado de los caminos, cuestiones de seguridad…de todo.
Esto es la web colaborativa, característica inherente a l concepto 2.0. Las puertas no solo se abren constantemente, también se multiplican de una manera vertiginosa. Al igual que mi sonrisa en la juguetería…
Les adjunto a continuación un glosario de aplicaciones hecho entre compañeros de la facultad. Es una ínfima partecita de lo que hay disponible en la virtualidad, los invito a asomarse.


Buscar información en Internet...¿Tarea simple?

Creo que una de las primeras premisas que escuchamos en esta vida es la idea de pensar antes de hablar. Y si aún no la hemos aprendid...